ALGUNAS RECOMENDACIONES PARA EL ESTUDIO
En clase
- La atención en clase significa una ayuda importantísima para superar la materia: si se atiende en clase se retienen los datos, los hechos, etc., que al repasar en casa se fijan en la memoria.
- Por ello debes distraerte con los compañeros, ni hablar, ni dejar que la imaginación te impida concentrarte en la explicación.
- Debes mantener una actitud activa y participativa: pregunta siempre que no entiendas algo, toma nota de las explicaciones, anota los deberes, trata de intervenir en los detalles y responder a las cuestiones que se planteen.
En casa:
- Debes organizar tu trabajo: es conveniente que hagas un horario que contenga el tiempo que dedicarás a cada materia y los periodos de descanso.
- Deberás estudiar todos los días, en el mismo sitio y a la misma hora.
- El tiempo de estudio que si es bien aprovechado, será alrededor de tres horas diarias, debes distribuirlo teniendo en cuenta la dificultad de las materias, el horario de clase del día siguiente y los periodos de descanso entre una materia y otra. Debes de conseguir llevar al día todas las materias.
- El lugar de estudio debe ser cómodo, silencioso y bien iluminado.
- Antes de comenzar, ten a mano el material que debes utilizar: diccionario, calculadora, papel, regla, etc. No debes levantarte continuamente pues ello te hará perder concentración y hábito de trabajo. Desconecta el móvil.
- Estudia comprensivamente: subraya las ideas y puntos más importantes, haz esquemas y resúmenes con tus propias palabras. Una vez comprendidos trata de memorizarlos.
- Anota lo que no entiendas, apúntalo en tu agenda y al día siguiente pregunta al profesor.
- El fin del estudio no son los deberes; los deberes son una herramienta para que comprendas y aprendas la materia.
- No copies los resúmenes o los deberes que hayan hecho otros; no te servirán para tu aprendizaje.
- Recurre a los profesores, al tutor o a la orientadora si necesitas mejorar tus hábitos y técnicas de estudio.
- Utiliza esta agenda para hacer efectivas estas recomendaciones.
PROCEDIMIENTOS MÁS IMPORTANTES
ATENCIÓN Y CONCENTRACIÓN: Sin atención no hay aprendizaje, sin concentración no es posible comprender bien las ideas o realizar bien una tarea.
PRELECTURA O LECTURA RÁPIDA: Para conocer de que trata el tema y su idea central.
Haz un primer contacto con el tema con una lectura rápida para saber de qué trata el texto y hacerte una visión global.
Lee atentamente todo el texto, incluyendo los gráficos, ilustraciones, cuadros y ejemplos para profundizar en las ideas que expone.
Organiza mentalmente las partes que constituyen el texto, relacionándolas entre sí y con los conocimientos que ya tienes.
Debe ser breve aunque el tema sea largo.
Aunque el tema no quede perfectamente claro, conviene relacionarlo con las partes anteriores del texto, con temas anteriores, y con conocimientos que tengas del mismo.
LECTURA COMPRENSIVA: Lenta, pausada y entendiendo lo que se lee. Leer sin comprender es perder el tiempo.
ANOTACIONES MARGINALES: Realízalas teniendo en cuenta la idea general captada en la Pre- lectura. Lee párrafo por párrafo esforzándote en contestar a preguntas del tipo “¿de qué me habla este párrafo?”, “¿qué me dice el tema?”.
Las “respuestas” a dichas preguntas se llevan al margen izquierdo (Anotaciones marginales).
Las palabras que escribas pueden estar en el texto de manera clara.
Es el momento adecuado para aclarar todas las dudas, consultando el diccionario, libro de texto, etc… o en clase preguntando al profesor.
SUBRAYADO: Lee cada párrafo detenidamente.
La idea central o general puede ir en recuadros (por ejemplo los títulos).
Localiza la idea general o ideas principales y subráyalas con doble línea.
Localiza las ideas secundarias o los detalles significativos y subraya con una línea.
Repite todo el proceso hasta acabar con todo el texto.
Localiza y resalta los nombres técnicos, datos y fechas verdaderamente importantes.
Todo lo subrayado tiene que tener sentido por sí mismo.
Para subrayar párrafos grandes utiliza rayas verticales.
Subrayar todo es lo mismo que no subrayar nada.
También pueden utilizarse diferentes colores.
EL ESQUEMA: Es como el esqueleto de un tema. Ayuda a organizar todas las ideas en la mente y a tener una visión de conjunto. A través del esquema se pueden apreciar todas las relaciones entre los contenidos que forman parte de un tema.
Realizaremos los esquemas basándonos en el subrayado.
Las ideas deben estar ordenadas. Utiliza las anotaciones marginales. Sitúa en primer lugar la idea principal. Relaciona las ideas secundarias con la principal mediante llaves, flechas, letras, sangrados, etc…
Las ideas de igual importancia deben corresponderse verticalmente y encontrarse en el mismo nivel.
Utiliza “palabras clave” y el texto imprescindible.
Distribuye suficientes espacios en blanco para posibles anotaciones posteriores.
EL RESUMEN: Expresa con pocas palabras todas las ideas principales del texto, prescindiendo de los detalles.
Relaciona las ideas principales formando frases en las que utilices palabras habituales en tu conversación.
Comprueba que la redacción final es correcta explicándote a ti mismo en voz alta el resultado final.
Todo resumen debe ser:
CORTO: entre un tercio y un cuarto del original
CLARO: utiliza un vocabulario sencillo y habitual en ti.
COMPLETO: incluye todas las ideas principales.
PERSONAL: sirve principalmente para la persona que lo ha hecho.
EL CUADRO SINÓPTICO: Si necesitas conocer las ideas principales de un tema y, a la vez, es importante que las compares con las de otros textos similares, como en el caso de las características de los climas, de los estilos arquitectónicos o literarios, etc…, te será muy útil emplear un cuadro de doble entrada.
Escribe en las columnas los temas elegidos y en las filas las ideas principales que vas a comparar en dichos temas.
El cuadro sinóptico te ayudará a repasar y a memorizar con mayor eficacia ya que te permite comparar y relacionar las distintas ideas.
MEMORIZACIÓN: Es la acción de fijar en la mente lo que previamente se ha entendido. No se puede memorizar sin haber comprendido antes.
Se recuerda mejor:
Lo que se aprende con interés.
Lo que se comprende: “Ni memorización sin comprensión, ni comprensión sin memorización”
Lo que se relaciona.
Lo que se repite. Fija los contenidos mediante la repetición en voz alta y en silencio y repásalos cada cierto tiempo para retenerlos.
Lo que se refuerza. Comprueba que te lo sabes, preguntaos entre compañeros lo que habéis estudiado.
La memorización mejora si se asocian los conceptos de forma lógica e ingeniosa.
Utiliza los esquemas, resúmenos y cuadros sinópticos.
LOS REPASOS: “Estudiar para olvidar es malgastar el tiempo”, para no olvidar es preciso repasar.
Repasar no es sólo leer, es intentar recordar lo que has estudiado.
Incluye los repasos en el horario de estudio, no los dejes para cuando te acuerdes,
Realiza el primer repaso en el primer período de la sesión de estudio del día siguiente.
Dedica, en el fin de semana, una sesión de estudio a repasar por segunda vez lo que has aprendido de lunes a viernes.
Lleva cada materia al día y a los días anteriores al control dedícalos a repasar los contenidos por tercera vez.
No confundas aprendizaje con comprensión, Te sabes los contenidos cuando eres capaz de explicarlos con soltura, no cuando sólo lo has comprendido.
Memoriza los esquemas, resúmenes y cuadros sinópticos y utilízalos en los repasos.
PREPARAR Y REALIZAR UN EXAMEN
Todo estudiante pasa en varias ocasiones por los “temidos” exámenes. Te proponemos algunas idas para que te enfrentes a ellos con buena disposición y obtengas los mejores resultados.
- Cuando sepas la fecha de un examen, planifica tu tiempo y no los dejes todo para el último día. Tampoco abandones el resto de tus trabajos,
- Si puedes, divide los temas para estudiar y reserva el último día para un repaso final.
- En el momento del examen, lee con detenimiento los enunciados (muchos de los fallos se cometen por no saber interpretar lo que realmente nos piden) y comienza contestando las preguntas que mejor te sepas.
PARA LOS PADRES.
UDS. PUEDEN AYUDAR A SU HIJO EN LOS ESTUDIOS
o Procurando que descanse el tiempo necesario.
o Ayudándole en su organización y planificación el tiempo de estudio.
o Ofreciéndole su colaboración, pero sin suplantar su trabajo.
o Creando un clima familiar afectivo y motivador.
o Elogiando sus éxitos y logros.
o Valorando positivamente sus esfuerzos y cualidades personales.
o Aceptando sus limitaciones y defectos.
o Facilitando toda la información que deba conocer el tutor.
o Tratando a cada hijo según su modo de ser, sin hacer comparaciones con otros miembros de la familia.
o Proponiéndole metas y esfuerzos posibles y realistas.
o Preocupándose de él como persona, no sólo como estudiante.
o Criticando o corrigiendo los fallos o errores de su hijo, pero nunca descalificándole como persona.
o Evitando proyectar sobre su hijo sus propios temores y ansiedades.
o No queriendo compensar sus fracasos con los éxitos de su hijo.
o Orientándole, nunca imponiendo, en cada una de las opciones que su hijo deba hacer a lo largo de su vida académica,
o Respetando, en lo posible, las decisiones que tome su hijo después de haberles consultado
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